Foto de mi autoría, en la Brecha de Rolando (Pirineos centrales, Huesca)
En los Pirineos contemplé el vuelo feliz de las chovas (pequeños córvidos negros). Al atardecer, cuando suben las corrientes cálidas, se reúnen de todos los valles cercanos cientos y cientos y suben muuyyyy, muuuuy... alto, hasta desaparecer completamente en el azul... Vuelan por puro gozo de volar juntas. Es una fiesta contemplarlas, una celebración de la vida.
Aquí os dejo la impresión que me causaron, mi estremecimiento vital al contemplarlas.
EL REINO DE LAS CHOVAS
Allí, junto a las paredes salvajes hay un girón de libertad que revolea, dos girones, tres, diez… Son mis queridas aves, las chovas piquigualdas. Están suspendidas de la sonrisa del abismo… lanzando felices sus llamadas como copitos de nieve.
Las esperan los solitarios del pecho rojo: los acantilados. Cada vez que sienten el fresco tirabuzón que ellas dejan en el aire se mueven un poco. Como mi alma, que emite un graznido de alegría al verlas.
Al reunirse en el aire en un corro, un soplo cálido les grita: “¡Arriba, arriba, volad más y tocaréis la dicha! “ Y ellas responden al unísono, con toda la pasión de la noche en sus alas, y ascienden hasta perderse en el iris dorado de la vida, equilibradas en el más puro de los silencios…
Cuando al caminar veo en lo alto sus alegres corcheas, se me rebelan estos tristes dedos de mis pies deseando ser plumas.
Chovas: ¡Llevadme un instante a vuestro precipicio; dejadme contemplar el filo de la belleza y gritar con vosotras hasta llorar de libertad por mis brazos abiertos!
Imagen de xiSerge en Pixabay
Comparto con vosotros este pequeño vídeo casero en el que las chovas nos visitan para comer del pan que les echamos y que podáis ver cómo son estas entrañables aves. (Filmado a 2800 metros).
Mmmm... Qué maravillosa simbiosis has hecho de tu sentir y tus letras al ver las chovas q por aquí se llaman cornejas, mi querida MAITE ! cuánto tiempo sin saber de ti pajarito ! jajaja y lo curioso es q no son pájaros q inspiren ninguna simpatía en general, todas las aves negras producen el rechazo , no sé si por el color de su plumaje o por qué , a mí sin embargo me parecen preciosas las urracas , son esas colitas blancas en contraste con el negro dando saltitos por el prado. Ha sido mágico tú volar en letras con ellas porque es lo q has hecho, mil gracias y tb por este vídeo tan entrañable ..Vaaaya frío debía hacer a esa altitud ...Mil gracias preciosa, un gustazo tomarme esta maravilla de desayuno ...parece q empiezo a notar q me salen alitas tras las orejas ; ) Un besazo y buen finde!
ResponderEliminarEste pajarillo está que no para de acá para allá... Apenas si me asomo a mi ventana para dejar este graznido de libertad... y enseguida tengo que volver a mi trajinar mundano y sin alas :).
EliminarBueno, las chovas son córvidos diferentes a las cornejas; sólo habitan en la montaña, a mucha altitud. En concreto, ésta es la chova piquigüalda; son como palomas de tamaño, y muy sociables. La urraca es maravillosa, la describes muy bien; deja esa nota entrañable en los prados de nuestro norte... Los córvidos tiene fama inmerecida. Son increíbles, además de las aves más inteligentes que existen... Seguramente andan en inteligencia detrás de los simios.
Sííííí... hacía mucho frío, jaja. Fue divino estar ahí, en ese pequeño "nido de águilas". También nos visitó un acentor que durmió a nuestro lado, arrebujadillo en su propio "saco de plumas" hinchadas y en plena nieve...
Me alegro que te haya sentado bien el desayuno helado y montañero, jaja, ya veo tus alillas salir..., jaja :)
Besos mil, colibrí de la mañana, y a disfrutar mucho! :)
Hola preciosa, qué alegría de volver a leerte y no solo eso a oírte en ese video que nos dejas fantástico.
ResponderEliminarLa naturaleza tiene esos momentos que nos dan estas aves, con su vuelo, experimentando esa libertad que debe ser volar.
Tus letras bien asociadas a ese vuelo, y no solo nos ofreces a esas aves, sino todo lo que se contempla a su alrededor como es esa nieve cubriendo las laderas de las en montañas pirinaicas.
Nos dejas todo un documental de Volarela y las aves ajajá.
Gracias, cielo por compartirlo y que seamos testigos de tanta magia.
Besotes y achuchones.
Cuánto me alegra saber de ti, Maite, Desde luego que hay aves que nos incitan a celebrar la vida, imágenes que no necesitan palabras para mandarnos un mensaje claro. Agradezco mucho que compartas con nosotros este reino de las chovas piquigüaldas, me trae al recuerdo a las alegres golondrinas, o los vencejos de los que a veces nos hablas. Y contagías una alegría que hace bien. Yo también quisiera juntarme con ellas, extender mis alas e intentar compartir su reino desconocido.
ResponderEliminarLa imagen de todas las chovas juntas en el inmenso cielo es preciosa. Y el vídeo tan fresco, como la nieve que se deja ver, me ha gustado un montón.
Muchos besos.