Brasa y niña (poema de amor)

 
 
 
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BRASA Y NIÑA 



Mis pasos hundidos en tu corazón como árboles de fuego,

te dicen...:

Te amo.

Y tu aliento,

rizando el lago de mi alma,

se hace eco:

"Te amo, te amo..."

 

El roce de tus manos inunda de flores mis caderas extasiadas,

y hacia el fondo de tus ojos yo me abismo

con una exhalación de mares...

 

Me ardes en las lágrimas internas;

me arde tu crepúsculo entregado,

mientras cabalgamos,

en un caballo de soles derretidos.

.


Mañana, envuelta en claridades, 

sobre mis tiernas cenizas de luz,

abriré los ojos,

y aparecerás...

con un fresco ramillete

de risas amarillas.

Y me harás niña, amor...

Niña riente,

pura y feliz como un arroyo,

entregándote

el dulce otoño de mi boca.


*

 

Poesía: Maite Sánchez Romero (Volarela)



Siciliana, Gabriel Faure

A qué suena el silencio (prosa poética)

 

                                                                                               Pintura: Sorolla

 

SONIDO DEL SILENCIO


El silencio ¿a qué suena?

La montaña parece preguntármelo mientras los pinos dialogan con la brisa.

El silencio tiene el sonido de las orugas replegadas en sus capullos. Suena al calor tibio de las manos enlazadas una noche de tormenta. A veces canta una elegía verde y solemne, como el mar en aquella fotografía del estante…

El silencio tiene el sonido de la lluvia detenida en la mejilla, escurriéndose por la comisura de la boca, la cual quiere hablar… pero calla, porque la armonía le ha besado los labios.

El silencio es un clamor de huellas de cisne sobre la nieve…

El silencio huele a pelo de niño y tiembla como una tela de araña en el viento…

Hoy el silencio lleva el aroma inmaculado de las flores del almendro.

Reposo entre sus troncos curtidos y pausados, y comprendo por qué la savia no hace ningún ruido en su ascendente caricia; y por qué los pájaros se aman en silencio. 

 

*** 

 

Prosa poética de Maite Sánchez Romero (Volarela)