Imagen: Google
A mi perra, oledora del infinito
Era realmente naranja...
en sus orejas
y en su cálido corazón.
Calladita.
Blanda.
Dulcemente terca.
Loca por llevarme a su mundo
de olores naranjas.
Apasionada por trepar
la vida del revés.
Naranja en sus patitas luminosas.
Naranja en su risa seria.
Bella como un rosco de luz,
se anaranjaba mi caricia
en su cráneo caliente
como un atardecer
en un naranjal.
Yo sentía en ella,
en su lomo gordete,
confiado y fiel,
el tacto mullido de la amistad.
Y en sus enormes ojos de miel
veía pasar las olas...
de la inocencia.
Se me escapa una lágrima al recordarla;
una pequeña gotita
con un diminuto sol,
¡que sabe a amor
sencillo y puro!
al llegar a mis labios.
*
Volarela (Maite Sánchez Romero)
Hola Maite, que poema más lindo y tierno para tu perrita. Tu gran compañera. Ella debió ser muy feliz a tu lado y agradecida de tus cuidados y amor infinito. Besitos y lindo domingo!
ResponderEliminarTernura extrema en este conmovedor poema, una amiga, una compañera de vida, ese ser mágico que da amor sincero.
ResponderEliminarMe encanto tu poema Maite es de una belleza pura, un abrazo amiga
De toda la belleza vertida sobre tu perra, me quedo con "Bella como un rosco de luz". Además de un cariño sin medida, también es desbordante la belleza lírica con la que hablas de ella. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amor y reconocimiento, para quien supo acompañarte y hacerte feliz. Brillantes tus caricias anaranjadas, para ese ser que supo regalarte su amistad , sin pedir nada a cambio.
ResponderEliminarAcaso, solo ternura y tú de eso tienes para regalar.
Un besos.
Me has dejado sin palabras. Es muy hermoso lo que has escrito y se ve que tus palabras están dictadas desde el corazón.
ResponderEliminarSAludos.
Hola Maite, tierno y triste poema que le dedicas a la memoria de tu perrita, siempre digo que ellos son lo mejor que nos puede pasar en la vida, los amigos mas fieles y que siempre están a nuestro lado cuando sienten que nos pasa algo, yo tuve en gatito y lo echo mucho de menos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus bonitas palabras en mi blog, me dio mucha alegría verte allí:), cuídate mucho vale?
Besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué bueno leerte Volarela!! Inspirados versos soplan como un viento fresco!!
ResponderEliminarMe quedo leyéndote. Te sigo de aquí en más.
Abrazo.
Tanta ternura Volarela! Tuas palavras revelam sentimentos profundos e uma imensa capacidade de amar! Essa tua "perrita" se sente feliz por estar no teu coração!
ResponderEliminarAbraços
A.S.
Precioso el poema.saludos.
ResponderEliminarque hermoso poema cargado de ternura que entiendo totalmente porque tengo una perra y perdi una hace un par de años que aun lloro...el amor mas fiel sin duda que lo has retratado de una manera hermosa en cada verso... Te dejo mis saludos.. hermoso espacio el tuyo!
ResponderEliminarHola Maite!!
ResponderEliminarQue belleza el poema; tengo dos perritos preciosos; tan leales y cariñoso cuando los acaricio hay una conexion increible; me transmiten mucha paz y amor.
Me encato esa imagen y la poesia muy emotiva.
Saludos.
Me habría gustado conocerla, saber si podríamos haber sido amigas también, inmiscuirme juguetona en su silencio inocente. Sí, soy esa clase de persona que saluda a perros y gatos, y así tiene un amigo amoroso en cada esquina.
ResponderEliminarComparto tu sentir, también recuerdo con amor e inmensa dulzura a unos cuantos amigos queridos que están en otro plano, en otro lugar, pero a la vez en mi corazón.
Hola;He paseado por tu blogs, disfrutando de las lecturas, de la poesía a la que tanto admiro por ser algo tan difícil como medio de expresión, al menos para mi, he escuchado tu poema del Angel.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Gracias por compartirlo con nosotros.
Saludos.
Un poema precioso dedicado a un animal como no hay ninguno, el perro es el animal perfecto de compañia para el ser humano, nada ni nadie es tan fiel, encantado de visitar tu bonito blog,saludos. y feliz semana.
ResponderEliminar
ResponderEliminarInposible no conmoverse con el recuerdo de un ser que nos enseñó la amistad incondicional. Hermoso poema a tu perra naranja.
Un abrazo
Poesía conmovedora y la forma justa de aprecio por las criaturas te acompañan fielmente.
ResponderEliminarSaludos desde Indonesia.
Me encanta el título que le has puesto: A mi perra, oledora del infinito. Realmente es mágica, como ese sol que nos alumbra y llega a todas partes. Su color naranja, cálido y atrayente, como una puesta de sol, que a todos nos cautiva.Una preciosidad, símbolo de amistad, de fidelidad, de paz y de amor. Tu poema se eleva poco a poco, trasciende y nos hace sentir admiración y cariño por este ser especial, que tú tan bien has descrito, Maite.
ResponderEliminarMi felicitación por tu claridad y sencillez, que nos abraza a todos.
Mi abrazo y mi cariño, amiga.
Ayayay, esta cositas peludas llenas de amor e inocencia son los emperadores de nuestra vida! son dulces pociones de amor y un sol radiante era ella. Un nectar vital de la existencia, Volarela, como no emocionarse..
ResponderEliminarPreciosos tus dos blogs, de una gran belleza romantica y a la vez analitica
Besossssssss
Un poema encantador que transporta, estremece, arranca sonrisas y despierta nostalgias. Muy bien llevado el ritmo y la dulzura que lo sobrevuela, antes que el dolor. Tiene versos preciosos, como "apasionada por trepar la vida del revés" ó "se anaranjaba mi caricia" ó también "y en sus enormes ojos de miel veía pasar las olas de la inocencia"... Te felicito por expresarte de un modo tan bello. Te sigo.
ResponderEliminar