Jazmín del Cabo/Gardenia




                                         Gardenia jasminoides




FLORECE UNA GARDENIA

 

Entre sombras la exquisita llama
de una luz
se desprende. 

Encarnan en ella
estrellas de bondad
que soplan su fragancia cósmica.

Tiene pétalos de cera tierna y confiada
como los dedos de un infante;
y un aroma de tarde enamorada
sube por su tallo.

Espirales de inocencia se acercan
a escuchar su música de flautas,
y un recuerdo vaga entre sus pétalos,

con rumor a ríos
que se amaron...

La flor emana, dormida, su perfume,
y se vuelven las nubes garzas blancas...
Alguien la roza, repica las campanas,

despiertan sus hojas barnizadas.

Se mueve, sin brisa...

tiembla sola y pura
en su naciente baile cristalino.





  Así suena esta flor...