Esta casa...




ESTA CASA...


Amor,
si tu supieras...
que esta casa,
con perfume a limonero,
con risas robadas a las fuentes,
sembrada de azucenas abismadas,
y cráteres
supurando pasión a las estrellas;
esta casa mía...
-mi cuerpo esponjoso, mi alma de trébol-
se desmoronaría,
leve y fatal
sobre la arena,
si tú no estuvieras
clavado en mis cimientos
como cemento santo.

Esta casa,
es sólida por tus brazos montuosos,
es cálida por tu ceñida ternura de hierba,
es ancha para tu mirada constelada
atravesando mis estremecidas puertas.

Sudan  perlas mis cristales    
al paso amoroso de tu alma...

Cuando no estás,
mis dedos doloridos atraviesan
los muros de mi pecho,
hasta encontrarte
y sentir de nuevo
tu sosiego de flor salvaje.


*