NO CAYERON OLIVAS
No cayeron olivas,
cayeron palabras descosidas
del cielo.
Y dardos de luz
escaparon de las ramas del olivo
penetrando la tierra
ávida de respuestas.
penetrando la tierra
ávida de respuestas.
En un verde silencio
retumbaban las pezuñas de caballos liberados;
retumbaban las pezuñas de caballos liberados;
sus crines como
horizontes despertaron a los
durmientes,
y fueron amaneciendo,
uno a uno
como tiernas setas
incoloras y sedientas.
¡Cómo recoger tanta
belleza desbordada!
La carne de la oliva era de sueños...
La carne de la oliva era de sueños...
Todos se lanzaron con
sus cestos.
Todos se saciaron y besaron,
mitad hombres, mitad dioses...
mitad hombres, mitad dioses...
Y entre todos
rodearon al árbol de piel de nácar,
mientras la Tierra
reía por el espacio.