Los flamencos, son el reflejo del sol al atardecer, el latido del estanque que sueña con saltarse de ahí y se convierte en ave para alcanzarle.
Ojalá pueda contemplarlo alguna vez, esos paisajes, esos poemas vivientes, que se escapan de todo, y la intución se vaya con ellos, como sucede con tu poesía.
...Y una vez que el latido del estanque se hace ave y el ave llega hasta el sol, el sol se vuelve rosa y derrama el latido del flamenco sobre el estanque...
Adrián: Sí son mías, las fotos originales y su tratamiento digital. Y me alegra que te hayan gustado; esa luminosidad y belleza es lo que quería recalcar.
Uno de los espectáculos más hermosos de la naturaleza es ver a cientos de estos estilizados animales coloreando el cielo a su paso por las llanuras de África.
Un fuerte abrazo, amigo, y muchas gracias por pasar
¿Tú has sacado las fotografías y también las estilizaste?
ResponderEliminarSon fantásticas, tienen tintes luminosos con colores psicodélicos fabulosos.
Un abrazo.
Los flamencos, son el reflejo del sol al atardecer, el latido del estanque que sueña con saltarse de ahí y se convierte en ave para alcanzarle.
ResponderEliminarOjalá pueda contemplarlo alguna vez, esos paisajes, esos poemas vivientes, que se escapan de todo, y la intución se vaya con ellos, como sucede con tu poesía.
Abrazos!
...Y una vez que el latido del estanque se hace ave y el ave llega hasta el sol, el sol se vuelve rosa y derrama el latido del flamenco sobre el estanque...
ResponderEliminarRealmente son poemas vivientes.
Otro abrazo!
Adrián: Sí son mías, las fotos originales y su tratamiento digital.
ResponderEliminarY me alegra que te hayan gustado; esa luminosidad y belleza es lo que quería recalcar.
Uno de los espectáculos más hermosos de la naturaleza es ver a cientos de estos estilizados animales coloreando el cielo a su paso por las llanuras de África.
Un fuerte abrazo, amigo, y muchas gracias por pasar
Preciosa armonía de luz, precioso tratamiento de la fotografía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga.