"En mi ciudad, desde que nacemos, se nos llenan los ojos del azul de las aguas."
Gabriel Miró
NOSTALGIA DE TI, TIERRA MEDITERRÁNEA
Descorriendo la niebla que me nubla la mañana, te he visto, amada tierra. Seguías recogiendo hilos de sol para tus trenzas verdes, y un pájaro parecía decirme:
Estas aquí todavía. Era tan clara su voz como un pétalo de almendro.
Y el aire tuyo, de llama blanca, venía e irradiaba sobre mis lágrimas hambrientas de luz. Yo ¡estaba tocando tus amarillas flores con toda mi piel! No sé de dónde, ni cómo llegabas, atravesando el asfalto, las gasas del tiempo y la tristeza. Pero era así. Toda tu luz inundaba mi estancia con trinos de tibieza.
Aquí el romero, aquí el vencejo, y aquí la sierra austera, espinosa pero alegre, ruidosa, chicharrera y cordial. Y allá, perenne, el mar. Tu gigante de los ojos de calma.
Tierra, todo tu vientre, casi seco, humilde y suave como el de una perra que alimenta a sus cachorros con todo lo que tiene, hoy está aquí, amamantando mis sueños.
En esos sueños reposo, bajo un algarrobo. Y el paisaje abierto y puro canturrea a mi lado una antigua melodía de olas, lenta, rumorosa... Y mi sangre, al reconocerla, alcanza un tinte verde-limón que me estremece. Luego, mi sedienta alma de aliaga* se desliza por el aire, cantando, como una alondra en la ondulada libertad de los campos. ¡Cómo has grabado en mí tus tibias sonoridades, tu esparcido sol, la melancolía ocre de tus piedras, tu sonrisa tímida de tomillos! Es tan fácil para ti devolverme la calma con tan sólo un graznido de gaviota rebotando en la quietud de tu mar...
Descorriendo cortinas de océanos y nubes, tierra querida, estás ahí, con toda la piel mía que fue cayendo sobre tus huesos.
Cuídala hasta que vuelva, porque es todo lo que soy.
*Aliaga o Aulaga: Arbusto espinoso de vivas flores amarillas. Muy común en el Mediterráneo y adaptada a suelos pobres y secos.
Fotografía perteneciente a Luis G. y tomada de su blog:
http://senderismogispert.blogspot.com.es/2010/04/el-romero-y-la-aliaga.html
Aliaga. Calicotome spinosa
Qué maravilla.
ResponderEliminarLeyendo cosas así una ola de serenidad me recorre. Una ola tan grande como de estar allí en esa costa mirando el mar. Tu mar.
Grande
Besos
Has escrito cosas maravillosas Maite, pero este texto tiene una belleza especial , es soberbio. ¡Cómo amas a tu mar ! ¿con qué fuerza ! desde las entrañas. De la primera a la última palabra es sólo gozo., pero extraje un párrafo que recorrió de escalosfríos mi piel.Estas palabras acariciaron mi alma.
ResponderEliminar" todo tu vientre, casi seco, humilde y suave como el de una perra que alimenta a sus cachorros con todo lo que tiene, hoy está aquí, amamantando mis sueños "
E X C E l S O.
Tristeza de Spasiuk conmueve todas las fibras de mi ser.
¡FELICITACIONES MAITE !!
¡Ay, querida Maite!...así me siento cada vez que subo al borde de los acantilados y miro ese divino mar tal como lo describes con tus preciosas palabras y con tus bonitas fotos. Feliz de compartamos esa hermosa sensación. Besos
ResponderEliminarCuánta belleza nos das con esta prosa, Volarela. Ese mar que a tantos nos seduce se ha hecho tuyo y tú de él.
ResponderEliminarMe quedo con la luz que irradia tu mar y tus palabras.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Un texto muy bello casi escuché el sonido del mar...acantilados... pura naturaleza y como fondo la música el chango.
ResponderEliminarque más se puede pedir.
Hermoso dulce volareda.
Mil besos.
Hay amores que se graban para siempre. Son amores puros, porque no esperan nada a cambio. Ese es el amor a la tierra.
ResponderEliminarMuchos lo sentimos recorrernos por dentro, como si nuestra misma sangre le perteneciera. Acaso al nacer, nuestra tierra nos deje su impronta de siglos. Quién sabe si cuando caminamos, hablamos, miramos, sufrimos o amamos no tenemos algo de ella.
Es un amor tan auténtico como el de un ser querido. La prueba definitiva es la distancia. En la lejanía arde, escuece, clama.
¿Qué misterio profundo hay detrás de este cuadro maravilloso llamado Tierra que nos rodea?
Me lo pregunto muchas veces.
Gracias por vuestras huellas y opiniones. Me da mucha alegría compartir estas emociones. Un gran abrazo.
Precioso canto al Mediterráneo, se ve que lo sientes cómo algo tuyo.
ResponderEliminarUna suerte.
abrazos.
Entre tu preciosa prosa y las fotografías me maravillo. Y con las descripciones y los grandes detalles me encandilo, y me sumerjo en un mediterráneo que me lleva temperatura, olor, y color de paz...Entonces es fácil entender la añoranza, el amor de lo tan amado, que por ser tan amado ya no sabe amar más...
ResponderEliminarUn agrado al alma y al espíritu,Maite querida.
Te abrazo desde el azul Pacífico hasta tu amado Mediterráneo, uniendo continentes y sentimientos eternos.
Maite has unido en tus letras y en tu alma la tierra y el mar,ambos se atraen,se desean y se aman...Tierra y mar que abraza el cielo y los eleva en el misterio de los siglos para ser esencia de viva del Creador...AMOR en toda la extensión de la palabra...Y ese amor se hace canto palpable y audible en tus bellísimas letras,poeta y amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande por tu profundidad e inmensidad.
Feliz tarde noche.
M.Jesús
Tal vez porque soy una enamorada de mi tierra, me quedo embelesada leyendo el amor de los demás por la suya.
ResponderEliminarCuánta belleza encierran tus palabras!. Cómo se nota tu esencia mediterránea y lo cálido de tu corazón.
Encantada me voy deseando volver aquí.
Un abrazo apretadito.
El mar late en cada una de tus palabras, que llegan como oleaje dulce a quienes, desterrados tierra adentro, añoramos el mar cada día y soñamos con el regreso a cualquiera de sus playas o acantilados, porque su canto de espuma nunca sale del alma una vez lo has escuchado.
ResponderEliminarBesos