"Creo que he sido llevado por vosotros, vientos"
Walt Whitman
Un camino abierto,
ancho, generoso como Dios, para mis pies blancos, de miga tierna, ingenuamente osados.
Ahora, sin zapatos,
te recorreré, camino inmeso, de
estrellas ignotas, de promesas, de vida nueva, saciadora.
Dejaré mi alma en
cada piedra, en cada flor, en cada curva, atrás y adelante, arriba hasta caer, abajo hasta flotar.
Y en cada mar bravo, en
cada nube solemne, en cada rostro sonriente, en cada sol sin prisas, en cada
gota de lluvia aventurera, en cada ojo con legañas, en cada mano encallecida, en
cada vientre cansado, en cada tallo voluntarioso, en cada letra que anhela, en
cada pierna que progresa, en cada rama arrancada, en cada latido
de mariposa, en cada beso, en cada salto, en cada grito, en cada pluma desprendida...
dejaré mi alma.
Te seguiré con un
macizo de flores entre mis brazos, con mi pelo de corcel, valientemente suelto,
y el corazón me irá
creciendo hasta salirse de su cueva, porque confío en ti.
Sí, es confianza esta alegría inmensa que me das, camino de cien mil caminos blancos.
Y con silenciosos brincos de gacela, moviendo mi cola de leona enamorada, apasionadamente viva, te seguiré. Porque tú lo sabes, y por ello me amas: eres mi
destino.
Camino, Chango Spasiuk