Sísifo
Sí. Me
sabía grande, gigantesca, como una montaña llena de células sensibles y secas.
Eso experimentaba al contemplar al pequeño escarabajo pelotero que subía una
duna de arena, dos mil veces mayor que él mismo.
El sol
condenaba al infierno mis pensamientos. Deshidratada, inexplicablemente,
consumía mis últimas energías en concentrar mi atención en aquel otro individuo.
A los dos nos instigaba un mandato inexorable: el subir; yo mirar. Lo
contemplaba intentado llegar a la cima de la duna empujando su tesoro: una
bolita de excremento donde colocaría a su prole, más allá de la mole que le
cerraba el paso, y en un lugar protegido de la fiereza solar. La carga rodaba
cuesta abajo siempre, antes de llegar al final. Pero el animalillo volvía a por
ella con el tesón de diez mil titanes, y cachazudamente, lograba elevarla unos
metros más que la vez anterior, para, a continuación, contemplar el cruel
desplome de su ingente trabajo. Más de diez veces lo intentó. Más de cien. Más
de... No lo sé... Yo esperaba el derrumbe de la noche, con la muerte de sombra,
mordiéndome los pies.
Allí lo
dejé, cada vez más agotado, subiendo, bajando, subiendo… Mis pensamientos
acerca de por qué la criatura no rodeaba la duna, en lugar de elegir siempre el
mismo camino, machacaban como un bombo mi efímera cordura. ¿Hay vidas inútiles?
No podría juzgarlo jamás. Yo misma estaba cercana a mi fin dando bastonazos de
ciego por el laberíntico desierto que amenazaba con invadir de arena mi mente.
*"Sísifo era un ejemplo de rey impío y es conocido por su castigo ejemplar que fue empujar una piedra cuesta arriba por una montaña pero, antes de llegar a la cima, volvía a rodar hacia abajo, hecho que se repetía una y otra vez como ejemplo de lo frustrante y absurdo del proceso": Wikipedia
Fabián Barrio, el mejor narrador de la mitogía griega
Más mitos que han inspirado historias aquí:
Todo somos un poco como Sísifo... condenados a repetir una dinamica y muy lejos de al menos intentar quebrarla. Algunos sutras de Oriente suelen llamarlo karma y remite a la totalidad de lo fenoménico, incluída la vida huama... Pero tu microrrelato contiene la clave (por qué la criatura no rodeaba la duna) para quebrar la referida atormentada dinámica... Quien sepa leer que entienda... Brillante Volarela amiga una vez más.
ResponderEliminarAbrazo siempre admirado hasta allá.
Es una idea muy interesante. Aquí te dejo el enlace que profundiza en la esencia del karma. No es destino, como a veces se piensa, sino causa-efecto, aunque ya lo sabes...
Eliminarhttps://m.youtube.com/watch?v=76_Eui4DBgU
Y sí, la rueda gira y gira, pero para poder cambiar su dirección o frenarla..., antes hay que ver-verla-vernos, salir de nuestra vision cerrada, subjetiva.
Se podría hablar laaaargo de ello.
Me encanta que hayas entrado tan a fondo. Y se agradece siempre tu presencia y palabras por aquí, ya lo sabes!
Un abrazo!
Es cierto que son muchas las veces que nos empeñamos en subir cuestas que son imposibles, el ser humano no aprendemos, lo hacemos una y otra vez.
ResponderEliminarCuando si pensáramos un poquito hallaríamos la solución . Un beso .
Pensar es el deporte que menos se practica, es más fácil reaccionar.
EliminarPero todos estamos en ello.
Gracias, Campirela!
Un beso
¡Qué buen micro, Maite! Una metáfora muy potente que pone de manifiesto la ceguera que tantas veces nos impide solucionar un problema. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarAquí lo utilizo muy indirectamente, resaltando lo absurdo de ciertos empecinamientos, y nuestra propia limitación al no poder ver la realidad en su totalidad. Pero el mito es más completo y dramático; habla del trabajo inútil como una de las peores condenas del ser humano.
EliminarGracias, Marta. Ha sido un placer participar.
Has ido a posar tu vista en uno de los mitos que más curiosidad despiertan y lo has desarrollado en un magnífico micro. Te felicito.
ResponderEliminarQué elegante eso de "posar la vista". Pues ahí la dejo un poquito más, como una mariposa curiosa que ha encontrado un flor nueva :)
EliminarMuchas gracias, Macondo!
Un abrazo
Que bien nos lo has expuesto, un mito interesante y con lagunas. Nunca terminamos de subir porque nos falta empuje o empeño. Abrazos
ResponderEliminarY porque la cuesta es demasiado empinada, ja,ja.
EliminarUn abrazo
Hemos coincidido en el personaje con cierta diferencias de interpretación. Muy buen micro. Un saludo, Juana Medina
ResponderEliminarY me ha gustado mucho tu interpretación. La creatividad consiste en ver evidencias que nadie ve, pero que están ahí. Por eso sorprende.
EliminarUn saludo
El mito de Sísifo es super interesante, tu relato nos hace reflexionar. Muy bien escrito, lo he disfrutado. Saludos.
ResponderEliminarMe alegra de que lo hayas disfrutado y te haya hecho reflexionar!
EliminarUn saludo
Un mito precioso y profundo buscaste. Muy buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo
Ése y el de Pandora, para el que hice otro, menos apto. Los dos tienen mucha miga.
EliminarGracias, Albada.
Un abrazo
Hola Maite realmente un micro que da que pensar después de todo en muchas ocasiones y con ciertos problemas somos Sísifo hasta que nos paramos y vemos que hay otro camino como el de rodear la duna. Gracias por tu relato. Un abrazo.
ResponderEliminarQuizá la clave esté en ese "pararnos".
EliminarGracias a ti por tu comentario!
Un abrazo, Ainhoa
Hola Maite. El mito de Sísifo no deja de ser una metáfora de nuestras vidas, condenados a una rutina que nos contentamos con romper muy de vez en cuando, sin decidirnos a soltar las amarras que nos sujetan y nos impiden tomar otro camino. Muy bien expuesto, desde la soledad de quien ve próxima la muerte y se pregunta por el sentido que ha tenido su existencia. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge!
EliminarSiempre captas hasta el último detalle.
Hubiera querido desarrollar más la idea de que la narradora está a punto de morir perdida en un desierto, pero me han faltado palabras... aunque parece que algo se ha pillado.
Es así, la obcecación puede interpretarse de tantas maneras...
Un abrazo!
Sísifo, en el ejemplo del escarabajo, la metáfora que contiene la historia es tan magnífica como tu relato. El empecinamiento por conseguir algo, sabiendo que no es para nosotros, es algo creo, con lo que mucha gente se obstina en su inútil repetición. Pero, ¿para qué juzgar?, a fin de cuentas todos en algún momento de la vida podemos ser o hemos sido Sísifo. El pensamiento de la pelota, es para tener en cuenta.
ResponderEliminar¡Me encantó!
La música que escogiste, es tranquila y hermosa, ideal para tener de fondo mientras se lee. Gracias, por este ameno rato, también de aprendizaje.
Un abrazote.!
Me alegra mucho que te haya gustado. La música es tristísima, preciosa... Me pareció ideal para la idea un poco desoladora del relato.
EliminarY es cierto... cómo iba a juzgar aquella perdida en el laberinto de un desierto del que no ve la salida... El bichito tampoco la ve; no puede.
Un fuerte abrazo, encantadísima siempre por tus preciosas visitas y sabiduría
Un relato que -como el mito de Sísifo- nos hace reflexionar sobre nuestra "triste" existencia...
ResponderEliminarDesde luego el escarabajo pelotero, que además es tan común, nos lo muestra constantemente...
Tu relato -con la preciosa música que lo acompaña- nos hace tan pequeños, tan insignificantes...
Impactante me llega la última frase, "...dando bastonazos de ciego por el laberíntico desierto que amenazaba con invadir de arena mi mente.": ¡cuánta poesía nos regalas!
Mil gracias, Maite, es siempre un placer leerte.
Besos mil
Gracias, Milena por tan sensible lectura, en éste y en el otro texto. Dos visiones opuestas del desierto, como confusión y laberinto; como claridad y libertad.
EliminarEl placer es mío cuando me visitas, querida Milena.
Miles de besos para ti!
En tu relato revolotean la costumbre, el destino y el karma...La narradora en sus últimas horas se ve reflejada en el escarabajo, que repite una y otra vez el mismo proceso...Tratar de subir inútilmente. Ella se centra en ello, aceptando ya su próximo y cercano fin. Quizá su destino inevitable por no haber tomado otra ruta...Lo cierto es que nos dejas temas profundos y existenciales, que muchas veces tratamos de aclarar cuando nos empeñamos en un proyecto o un sueño. Puede que el destino y el karma vayan de la mano, o puede que no actuemos de forma inteligente, entregándonos a la rutina del día a día, sin más aspiraciones.
ResponderEliminarEl mito de Sísifo te ha servido en esta historia, que duele leer desde la perspectiva de la narradora, rota y dolorida...Ojalá le quede un resquicio de fe y esperanza, que la salve de la arena, ojalá...porque la fé y la esperanza le suelen arrancar el milagro a la vida, je,je.
Mi felicitación y mi abrazo grande por tu claridad y creatividad siempre fructíferas, Maite.
Mi abrazo entrañable y gracias por tus palabras. Comienza una nueva etapa y ojalá sea buena para toda la familia
Qué bello ver nacer nuevas etapas... Es como un bebe llenito de vida. Me alegro mucho por vosotros, que lo gozéis! 😀😀
EliminarAl terminar de escribirlo me gustó por la cantidad de significados que se derivan de él, como lo confirman vuestros comentarios.El mito de Sísifo da en el clavo sobre muchas cuestiones esenciales de la vida; es muy jugoso.
"Sólo sé que no se nada"". Igual que el personaje contempla al escarabajo y éste ni se entera, quién dice que al personaje no lo contemple algo o alguien más grande, y ella ni se entere... Desde lo alto se ven los errores con toda claridad, desde dentro, no.
Por otro lado... Quién dice que en uno de sus intentos el escarabajo no logre pasar la bola al otro lado de la duna antes de morir agotado? O que la humana tenga la suerte, antes de morir deshidratada, de ser recogida por un aventurero en su 4x4? (suerte??)
Pero sí, el relato es desolador porque no tenemos control de nuestro destino. Hay demasiadas variantes que no podemos ver (y la mayoría ni siquiera las busca). Sólo nos queda aprender acorde a nuestras herramientas y desarrollar la voluntad y la sabiduría hasta lograr salir del laberinto ☺
La mitología es tan rica...
Un placer " intercambiar impresiones contigo.
Muchos besos!
Estupenda analogía entre el escarabajo y la protagonista. El mito de Sísifo representa la tragedia del ser humano, que comete siempre los mismos errores y tu relato nos lo muestra con un toque de fatalidad y tristeza que deja poso.La música es preciosa. Me ha gustado mucho. Un abrazo Volarela.
ResponderEliminarQueda la esperanza de que a fuerza de repetir al fin aprendamos... Alguien dijo que el mejor maestro es el dolor?
EliminarMe encanta tu comentario. Gracias!
Un abrazo!
Te ha quedado un excelente micro en el que fusionas el mito con las reflexiones finales de alguien que ve próxima su muerte y analiza el esfuerzo sin premio del escarabajo. Has conseguido que por un buen momento medite sobre ambos. El moribundo que entiende que su vida haya sido malgastada como el insecto que terco e infatigable no deja de empujar su bola de "mierda" cuesta arriba y cuesta abajo. Y me han venido a la mente seres humanos intrépidos como escaladores, montañeros, alpinistas, ellos y ellas se juegan la vida y no creo que sea sólo por el paisaje, saldría muy "caro"; pero creo que para ellos, para algunos seres humanos, el viaje, el camino, la subida, aunque luego haya que desandarlo y volverlo a subir mil y una veces, merece la pena. Escuché a alguien decir hace unos días que nuestra percepción de la realidad es una creación mediática que juega con nuestros sentidos, quizás comenzar a gobernar nuestros sentidos nos dé algo de libertad.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir este maravilloso micro. Un abrazo.
"...para algunos seres humanos el viaje, el camino, la subida, aunque luego haya que desandarlo y volverlo a subir mil y una veces, merece la pena".
EliminarMaravilloso. Ése es el sentido de la vida. No importa que los demás no vean sentido en lo que haces, porque es tu sentido, solo te sirve a ti. El drama es no encontrar ese sentido propio. Las personas que encuentran un motivo por el que luchar, un sentido que les llene en lo que hacen, tienen ya ganado medio cielo en la tierra.
Para el escarabajo su misión vital es llevar a buen lugar el futuro de su prole. Aunque muriera en el camino, moriría feliz por haberlo intentado.
Gracias, porque me has hecho pensar tú a mí.
Un placer compartir, Carles.
Abrazo!
Lo que dices de los sentidos me gusta mucho. Creo que es esencial para comenzar a cambiar nuestra realidad.
Eliminar¡Hola, Maite! Sísifo es uno de mis mitos favoritos, abierto a muchas interpretaciones. Puede representar la obstinación, lo que me lleva a aquella frase de Einstein "Si siempre actúas del mismo modo no esperes resultados distintos". Pero en tu micro incides en un significado más profundo. O dos, el primero nos hace caer en la cuenta de que el ser humano, con todos sus logros, pese a considerarse inmenso como una montaña frente al escarabajo, no es más que la misma mota de polvo en el universo que cualquier otra especie más humilde. El segundo, el que tu micro muestra con toda su fuerza nos lleva al sentido de la vida. Hagamos lo que hagamos nuestra meta última es bien conocida: moriremos. ¿Da igual lo que hagamos en el breve lapso, un suspiro cósmico, de nuestra vida puesto que nuestro fin es primero la muerte y después el olvido y la nada?
ResponderEliminarCada uno vivirá según responda a esa pregunta, en mi caso, prefiero centrarme en el camino más que en la meta. La meta es algo irrelevante, es lo que extraigamos de esa pendiente, de nuestro esfuerzo empujando esa piedra lo realmente importante para nosotros mismos.
Un excelente aporte al reto, Maite. Un abrazo!
Es un mito muy profundo...
EliminarGracias por ver tantas cosas en mi historia. Nuestra percepción conforma nuestra realidad. Aparte, creo habrá otras realidades o un Todo que no podamos percibir, como le ocurre al bichillo, pero lo que creemos (y nos hace tropezar tantas veces) es creer que lo que percibimos es la única realidad. Mirar hacia lo pequeño y hacia lo inmenso, como las estrellas, nos da más perspectiva.
Y aparte de que se crea o no en la vida tras la muerte, también opino que el camino es lo verdaderamente importante, el sentido que le damos a cada uno de nuestros actos, la perspectiva. Por eso, el fracaso nunca es tal si lo sabemos interpretar.
Excelente es tu presencia, tan animadora y estimulante. Mil gracias por éste y el otro comentario.
Un fuerte abrazo :)!
¡Hola Maite! Genial micro. Muy bien descrita la obstinación del escarabajo por subir por el mismo sitio una y otra vez pudiendo elegir otro camino. También está estupendamente definida la impotencia de la narradora al ver acerarse su fin.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias por tus palabras y la lectura, tan atenta.
EliminarUn placer compartir.
Un saludo cordial :)
Hola, Volarela:
ResponderEliminar¡Excelente tu relato compañera, gracias por compartirlo!
Quizá el de “Sísifo” sea el mito helénico que más encarnamos en nuestro día a día: la rutina tiene mucho de repetición de actos que, si reflexionamos en ello, carecen de sentido. Actos rutinarios que, aunque sean tan livianos como el saludo matinal de “Buenos días” a quien nos responde con un gruñido, se acaban convirtiendo en pesados cuando los valoramos.
Un abrazo, Volarela.
Pues sí. Y cuanto más vacíos de nosotros sean esos actos, más pesados y monótonos.
EliminarUn otoño, del que no quiero acordarme, estuve barriendo durante bastante tiempo las hojas caídas de los árboles. Cada vez que las recogía, aparecían nuevas, y volvía a estar todo llenito de hojas, porque, al parecer, el viento se divertía colocando en dos segundos lo que yo quitaba en diez minutos. Desafiándolo, cabezona, tarde bastante en cansarme, pero el ganó cuando mandé a tomar vientos a las hojas, a la escoba ¡y al viento! Ahí aprendí de veras lo que era la condena de Sísifo.
Gracias por tu opinión y visita!
Un abrazo
Ninguna vida es inútil, y menos si tiene un claro propósito como la suya! Aunque desde fuera no nos parezca tan importante como a él! Ja, ja! Un abrazo!
ResponderEliminarNinguna lo es. Sólo para nosotros mismos puede serlo... Y eso sí que es una tragedia. El escarabajo no tiene ese problema :)
EliminarUn abrazo!
Magnífico paralelismo entre el escarabajo pelotudo y Sísifo, ambos condenados a sus destinos, uno por su naturaleza y otro por castigo de los dioses. Nosotros, los humanos, también estamos atados a nuestros hábitos, costumbres, rutinas, amores, temores...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu modo de enfrentarte al reto mítico, Maite.
Un fuerte abrazo.
Atados es la palabra. Me gusta porque define nuestra dependencia, y en el fondo miedo a la libertad.
EliminarMil gracias, Tara.
Un fuerte abrazo!
Hola, Maite. Bellísima prosa poética en la que el animalillo comparte la suerte de Sísifo y el observador comparte algo de sus penurias deambulando por el desierto.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí. Nadie se libra de empujar su carga...
EliminarMuchas gracias!
Un abrazo
Pienso que deberíamos dejar de juzgar e intervenir en vidas ajenas aunque nos parezca una locura lo que hacen, si su deseo es experimentar tal situación. Cada vez estoy más segura de que es un error tratar de cambiar la conducta de otros, ni tan siquiera por amor.
ResponderEliminarBesos🌸
Estoy completamente de acuerdo. El respeto a la libertad de los demás es lo primero; además, nosotros no calzamos sus zapatos y siempre es un error obligar a los demás a llevar los nuestros.
EliminarUn besote :=
Sisifo, si, de todos los mortales castigados por los dioses es uno de los que tiene un castigo bastante triste y cruel. Y aqui vemos a ese escarabajo del desierto como un objeto "sisifiano" que aun ancla a la realidad al narrador de la historia
ResponderEliminarLos mitos son universales y pueden aplicarse a toda clase de situaciones y seres. Es su belleza.
EliminarUn saludo
Precioso micro, toda una alegoría de lo que uno mismo puede llegar a sentirse si no a nivel físico, mental. Me ha encantado leer algo así, precisamente por esa apertura que haces del mito de Sísifo.
ResponderEliminarUn abrazo, Volarela.
Encantada, Pilar. Mil gracias.
EliminarUn abrazo!
Hola, Volarela. Me ha gustado cómo has presentado a quien está próximo a la muerte y mira al escarabajo preguntándose el pro qué de su obstinación. La metáfora de Sísifo es perfecta. Felicidades porque es un micro bellísimo. Un abrazo.
ResponderEliminarLa muerte me fascina, sale en todo lo que escribo sin que pueda evitarlo. Y es porque no creo en ella como realidad absoluta; el alma sigue.... Sin embargo, hace que el juego sea más excitante, ya que vamos a contrareloj.
EliminarMe encanta que lo hayas disfrutado. Muchas gracias por tus palabras!
Un fuerte abrazo
Todos somos Sísifo, ya lo creo. Y que bien lo describe en el vídeo el tal Fabián.
ResponderEliminarSubiremos nuestra propia piedra diaria, pero llenos de esperanza al contemplar nuestros personales amaneceres, puestas de sol y paisajes. Aspirar a más es de dioses locos.
abrazo.
EliminarY no es poco lograr eso...
Fabián Barrio es un genio de la oratoria. Me alegro que lo hayas escuchado. Aquí me venía que ni pintado con el mito.
Un abrazo
Has elegido un mito fantástico, muy apropiado para el reto.
ResponderEliminarEl instinto y solo el instinto guía al escarabajo. Otra cosa es wue te condenen y más si lo tienes merecido. Donde quedaría la cultura del esfuerzo si el escarabajo rodea la duna?
Además, desde la altura de la protagonista se ve muy claro, pero al escarabajo le falta perspectiva.
Yo creo que el escarabajo tiene una misión y una pelota. " Si naces pa martillo, del cielo te caen los clavos".
El escarabajo parece tonto, pero ya veremos cusl de lis dos consigue antes su objetivo, aunwue aparentemente los dos hagan faenas inútiles; uno subir la pelota y otro intentar salvarse.
Tengo que decir que al humano le habría costado poco convertirse en dios y darle un empujoncito a la pelota.
La situación del humano se ve perfectamente aunwue hayas echado en falta poner más palabras.
Besoo, Maite
Gracias por Todo el comentario.
EliminarSabes que desde dentro cuesta a veces, saber si lo que uno quiere expresar se "ve". Así que, gracias.
Totalmente de acuerdo. El esfuerzo es la piedra angular. Las metas logradas con esfuerzo saben a gloria, y si no se llega, da igual, algo ya ha cambiado dentro...
"Si naces pa martillo..." Muy bueno. Es verdad.
Los dos son héroes en esta historia, se esfuerzan, luchan hasta el final. Y a los dos les falta perpespectiva.
El tema de ser dios... Y actuar... Peliagudo. Yo soy la primera que si ve un caracol por la acera, lo esconde para que nadie lo pise ("intervencionismo"). Pero alguien me dijo que si cambias el destino de otro ser, te haces remposable de lo que le suceda en su futuro...(el caracol debajo de un coche se lo zampa un gato, p.e). Y me dejó pensando...
Lo que más me gusta de todo esto es que os habéis compadecido e identificado con la preciosa misión de un escarabajo pelotero, coleóptero sagrado para los Egipcios, que lo veían como al dios que arrastraba al sol por el espacio...
Un placer compartir tantas ideas, Gabiliante.
Un abrazo!
Hola, Maite. Desde luego que parece como darse cabezazos contra la pared. Ya lo dijo Einstein, la definición de la locura es realizar la misma acción esperando distintos resultados. Y ahí andamos todos, locos de remate esperando resultados que ya se nos han sido dados. Todos somos un poco como Sísifo, solo que no somos conscientes, más bien somos como el escarabajo pelotero, jajaja.
ResponderEliminarFantástica puesta en escena, Maite, me encantó.
Un abrazo!
A mí me encanta eso de la "puesta en escena". Muy cinematográfico. Gracias.
EliminarLa frase de Einsten es buenísima. Y así es... somos como el pequeño escarabajo, muchas veces sin enterarnos, o sin querernos enterar...
Un gustazo tu visita, Pepe.
Un abrazo!
Excelente símil el del escarabajo, Maite. Me ha gustado mucho el cuento.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Gracias!
EliminarUn abrazo, Pedro!
Hola Maite, me ha gustado como esa alma agonizante nos va haciendo ver lo inútil que parece el arduo trabajo del escarabajo, pero resalta que en cada ocasión logra subir un poco más, eso no habla de perseverancia, también nos muestra que el escarabajo puede bordear la duna y hacer su trabajo más llevadero y exitoso, y además, nos enseña que hasta en los momentos últimos de nuestra existencia, se aprende, o más bien se recrea nuestro proceder para que sepamos dónde fallamos.
ResponderEliminarGenial micro, con muy interesantes enseñanzas. Buen fin de semana.
Me alegra que lo hayas interpretado con mente tan abierta.
EliminarOpino igual... Todo puede ser visto como una oportunidad: una ocasión para el aprendizaje. No importa si se fracasa; la voluntad es el triunfo.
Un placer compartir con lectores profundos.
Un abrazo y buen fin de semana para ti también.
Hola, Maite, después de pasearme por el desierto y el barrendero, deleitándome de nuevo con tu arte, he llegado hasta aquí. Y que curioso, estoy segura de que te comenté y contestaste, han desaparecido los comentarios 😔 A mí también me han desaparecido un par en cada blog, nunca había tenido problemas al respecto; qué le vamos a hacer, blogger tiene la última palabra.
ResponderEliminarHoy, de tu relato me voy a quedar; "¿Hay vidas inútiles?", creo que no, toda vida tiene su finalidad, hasta la del escarabajo. Un micro muy hermoso, y lleno de aprendizaje.
Un besazo, y buen fin de semana :)
Uy, pues es verdad, se había volatilizado, incluso con mi respuesta. He ido a mi lista de comentarios y los he rescatado, se habían colocado los dos en spam, ellos solitos... (¡!) Bueno, los he vuelto a poner. Bloguer anda gastando bromillas, ja,ja...
EliminarEstoy muy de acuerdo contigo. Ninguna vida es inútil; yo también creo que todo tiene una finalidad, aunque a veces no la podamos ver.
Me encantan tus comentarios.
Gracias por pasar de nuevo, por tus exquisitas palabras, aquí y en los otros post (tú también te hubieras sabido poner en la "piel" de estos maravillosos seres ;)).
Un besazo y que tengas muy buen domingo! :)
Hola, Volarela. En tu micro has puesto un personaje, una situación o condena, que por muy mitológico que sea a mí me parece de lo más real y actual. Lo de superar la adversidad con la tenacidad de la superación es un ejemplo de actitud a seguir. Muy buen aporte al reto.
ResponderEliminarSaludos
Sí, es un ejemplo. Los animales, a menudo, lo son más que nosotros.
EliminarGracias por pasar!
Un abrazo