Adda. Relato breve
Pintura de Nicoletta Tomas
ADDA
Adda no tenía que fingir. La vieron llegar del camino del sur, fatigada, con su vestido raído de color verde y su pelo flotando como una maraña de nubes.
Nadie le preguntó dónde había estado. Ya conocían sus ausencias. Y también sabían del vacío de su boca. Sus pasos, sus movimientos, también eran mudos.
Aquel ser merodeaba por el pueblo, entre los demás, rozando apenas la vida, sin dejar impresión clara a su alrededor; como una sombra a la que súbitamente se le descubrieran dos ojos.
Más que un animal, menos que un ser humano. Sólo un poco más que la noche. Todos pensaban que su persona no podía haberse engendrado de la unión de la carne, sino de la de los granos de arena.
¿Qué le dejó sin voz? Era un enigma. Algunos cuentan cómo a los cuatro años contempló el degüello de un cordero y que por ello cerró los labios. Es posible que ante aquella cabeza atenazada por dedos de acero, ante el golpe rápido que hizo manar la sumisión roja del cuello, o ante la muerte manejada como un montón de cebada, sí, es posible que la niña se escondiera de por vida. Es probable, sí, que huyera sin voz del olor cetrino de aquellas paredes sin cal, amarillentas, tristes como el sudor, la rutina y la sangre derramada.
Pasó el resto de sus días ausente, perdida y sin rumbo. Hasta el día del huracán.
Dicen que junto al pozo, anclada a un barrote de hierro, Adda volaba.
La arena formaba un torbellino gigantesco, ansioso por devorar las casas, nervioso y aullante. La ira se empecinó contra aquel pueblo, escupiendo millones de dardos de arena que se fueron clavando en las lágrimas de todos.
Cuentan que Adda, aferrada a aquel pozo, reía por primera vez. Con una risa que no sonó, pero resultó más violenta que el mismo ciclón. Y es entonces cuando todo acabó; se detuvo el viento y la tierra volvió a su sitio. Y los gritos de los niños pudieron detenerse.
Cuando vieron el cuerpo inerte de Adda, fueron a mirar su cara: seguía sonriendo, con una sonrisa similar a la caída triunfal de las grandes cataratas.
Y nadie logra entender cómo el huracán se sometió ante aquella frágil vida.
Desde entonces, vientos de leyenda aúllan desde su pequeña tumba.
Tienes un don especial para hacernos participar plenamente de tus relatos, de vivirlos y sentirlos en nuestros adentros como experiencia vital. Todo lo haces bien, excelente, con maestría. Solo se me ocurre ponerte un pero: no te prodigas con la frecuencia que me gustaría.
ResponderEliminarBesos apapachados.
Mil gracias por semejantes halagos (el de You Tube es de colección) ;)
EliminarDeberías escribir un libro que se titulara: “Manual del perfecto elogio”, ja, ja. :) Nadie te supera en donosura.
“Peros” tengo muchos..., amable amigo, éste es un camino muy difícil… ¡pero tan divertido!
Un fuerte y bien apapachado abrazo (con pizquita de canela a lo M. Carmen ;)
Muy bueno. Esa niña generando una leyenda,. Muy bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra que te gustara. Gracias, seguimos compartiendo.
EliminarUn abrazo
Bom dia:- Conto/relato muito bonito de ler. Me encantou.
ResponderEliminar.
Tenhas um feliz domingo de halloween.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Yo quedo aún más encantada.
EliminarFeliz lunes :)
Me encandilaste con Adda, en ella solo veo sencillez y buenas intenciones a parte de ser un ser muy especial. Precioso. Un besazo.
ResponderEliminarAsí es... buena hasta el sacrificio.
EliminarOtro besazo, campanita Campirela ;)
Tiene épica tu relato y personaje como de saga, Volarela, un ser viviendo historias a uno y otro lado del espejo, tanto en el mundo de la forma como en el de lo inanimado... Me encantó que además tu prosa poética potencia, nunca desvirtúa ni mengua...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos. Sin sombrero, claro.
El ser humano necesita héroes para poder sacar la nariz más allá de los olores aplastantes que nos rodean.
EliminarGracias, Carlos :)
Abrazo a nado sobre un grupo de delfines ;)
Es un relato que nos sumerge en la tragedia y nos hace sentir su pena y abandono porque es tan humano y desolador como realista. El trauma de una vida inocente que deja la huella milagrosa de parar un huracán, un ser extraordinario e inolvidable que formará parte de las leyendas. Ha sido un placer, te lo aseguro. Un abrazo.
ResponderEliminarQué bonita sinopsis, amiga mía. Me encanta que hayas disfrutado.
EliminarUn abrazo bien grande :)
Me ha encantado, Maite. Qué bien se leen tus textos, esa prosa que hace que la vista resbale suavemente sobre tus letras. Una gozada.
ResponderEliminarUn beso :)
Y a mí encanta lo de la vista, gracias, y más viniendo de un artista de la imagen…
EliminarMuy agradecida de tu paso por aquí.
Un beso :)
Una publicacion muy dulce, a veces suaves toques, minimos, pueden dominar
ResponderEliminarlas fuerzas mas potentes... se convierten en Addas, son leyenda. Me encanto, querida escritora, maravillosa 💖
Abrazos
💖💖
Cierto. Muy brillante esa idea. “Dadme un punto de apoyo y moveré la tierra”… dijo Arquímedes…
EliminarGracias por tu cariño cálido, Hada. Es tan lindo tenerte por mis tierras…
Un besazo
Otra maravilla. La chica de arena transportada por la brisa, que la hace andar sin tocar el suelo. Que salva incluso a los que no la merecen. me suena una analogía con la naturaleza y la humanidad, em que la naturaleza muere aunque sea de modo aparente.
ResponderEliminarBesoss Maitelaquesehacederogar
Has hecho una lectura formidable. Y sí, yo la sentía al escribir como un elemento no humano, algo poderoso que no se ve y que está por encima de los seres humanos, en la que la naturaleza puede expresarse y también ser dominada. Me gustan mucho tus comentarios, siempre enriquecen el texto.
EliminarNo es fácil para mí contenerme... ja, ja :). Pero en la vida siempre tienes que elegir y equilibrar fuerzas.
Muchas gracias, Gabiliante, elqueviajaconlarisa
Adda,leve como la arena, de intensas metáforas descrita ella, su historia y la leyenda que suscita.
ResponderEliminarUna niña traumatizada y casi siempre ausente, hasta que ese huracán la convierte en esa caida triunfal que todo el mundo recordará en aquel lugar.
Como siempre, una prosa casi lírica preciosa y con metáforas que la arropan y la hacen más vívida.
Besos,Maite.
Me gusta mucho que lo sientas vívido. Intento justamente eso, trasmitir con nitidez lo que siento, buscando las palabras más claras, pero no siempre lo consigo, ni mucho menos.
EliminarUn beso bien grande, J. Luis
Que triste vida la de Adda, le has dado vuelo poético y la imagen de la niña termina en una sonrisa, aplausos por tu arte.
ResponderEliminarmariarosa
Sí, sonríe, porque ella comprende... muy en el fondo el sentido verdadero de su existencia.
EliminarMil gracias, M. Rosa.
Besos :)
Una niña que deja huella, un ser extraordinario que se transforma en leyenda, con la que nos haces vibrar. Que mNera encantadora de narrar. Un beso grande
ResponderEliminarGracias, Hanna. Es un placer que así te parezca.
EliminarOtro besazo :)
Un relato muy personal y creativo, con mensajes muy significativos y una muestra más de la luz de tu vida, que es esa sutil forma de crear magia entre letras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Maite, que tú luz sea la leyenda que inspira a los que tienen la fortuna de conocerte.
Mil gracias, Jorge. Que esa luz nunca se apague en ninguno.
EliminarUn fuerte abrazo :)
¡Holaaa, Volarela, amiga, que alegría saber que estás ahí y bien! he pasado un hermoso momento leyéndote este profundo bello y poético relato plasmado de reveladoras metáforas llenas de luz y sabiduría sugerente, leerte es volar entre tus letras, poeta Grande, mi felicitación, cariño y mi gran estima.
ResponderEliminarUn abrazo grandote mi gratitud por tu buen hacer y por tu huella.
Se muy, muy feliz.
También me da alegría que tú estés bien, que sigas escribiendo, compartiendo, con salud, alegría...
EliminarMuchas gracias por el esfuerzo de leerme. Me encanta que vueles conmigo.
Un abrazo bien grande, y que seas también lo más feliz que se pueda :)
Maite, he leído un par de veces tu relato y he visto en Adda a tantos niños, que andan perdidos por el mundo, seres abandonados, invisibles y mudos. Su sensibilidad a flor de piel y expectantes, contemplando el mundo egoísta y necio, que les ha tocado vivir...Ellos, como Adda, son ángeles errantes, faltos de cariño, pero llenos de amor, dispuestos a dar la vida en cualquier momento...Adda nos ha enamorado con su vestido verde-naturaleza y su pelo de nube-cielo. La grandeza de su alma detuvo al viento y nos dejó un mensaje: La bondad no pasa desapercibida ante los ojos del cielo. Su energía es extraordinaria y mueve los hilos del mundo.
ResponderEliminarMi felicitación por la sencillez, cercanía y realismo con que has contado tu historia. La hemos visto.
Mi abrazo entrañable y mi ánimo siempre, Maite.
Gracias por leerlo dos veces, por entrar tan a fondo. No es una historia sencilla, lo sé. Me alegro siempre de tu venida alada.
EliminarUn fuerte abrazo
Teu relato me ha encantado Maite!
ResponderEliminarAs tuas palavras, revelam uma sensibilidade enorme quando vemos essa crianças
sem rumo e sem futuro, sem carinho, sem amor, vivendo nas margens da vida de uma sociedade que se essas crianças são, verdadeiramente, o futuro!
É sublime a coragem da Adda!
Te felicito.
Feliz noche y un abrazo!
Gracias, Albino. Siempre me atraen seres excepcionales, diferentes... para los cuentos.
EliminarUn abrazo y feliz noche, poeta :)
Tu exquisita prosa, esa sensibilidad que tienes, que proyectas con tanta luz. Todo lo que escribes lo conviertes en emoción y en caricia.
ResponderEliminarMe encantas!
Un beso enorme!
Qué dulces palabras... Te las agradezco, de corazón.
EliminarUn beso gordo ;)
Hola, Volarela.
ResponderEliminarHermoso y extraño relato, para mi ver, pleno de significados. Adda es el grito silencioso de los que enmudecen ante el derramamiento de la sangre inocente de los mansos de corazón (no por nada fue un cordero), pero también Adda es esa testigo que con sus ausencias refuerza la presencia del dolor innecesario, de la estupidez de la injusticia que empapa su mundo, hasta anclar al pozo su cuerpo pero no su alma, que acaba redimiendo a ese pueblo hostil a través del perdón, ya solo la fuerza del perdón puede someter a un huracán. El pueblo hostil es el mundo y Adda, todos los seres silenciosos que como una vela, arden y se consumen, salvando a otros. En fin, perdona, si he volado muy lejos. La culpa habrás de buscarla en tus preciosas letras.
Me ha encantado.
Un beso.
No sólo no has volado lejos, sino que has dado con la misma esencia del relato. Ella es víctima por todas las víctimas, es la testigo, es compasión, es el silencio que comprende, perdona y ama. Por eso sonríe, está por encima: es divina, es poder y es sacrificio. Por eso es leyenda. Claramente simbólica esta historia, no invento nada. Los arquetipos los tenemos todos en nuestra mente, y surgen solos, aún más cuando la poesía impregna la mirada.
EliminarFeliz me dejas y llena de agradecimiento :)
Es un delicado honor y un placer a la vez el que me haces leyéndome y comentándome.
Abrazo grande :)
Adda, solamente le ha faltado la letra H para convertirla en un hada , etérea, luchando por la justicia, la igualdad, por la libertad de palabra. Yo interpreto tu hermoso relato, como una llamada de atención a la injusticia y desigualdad entre el género femenino y masculino.
ResponderEliminarEn cualquier caso, siempre te envío un abrazo enamorada de tus palabras. 🌞😍
Me encanta que cada uno vea una interpretación; eso me llena de orgullo porque significa que el texto esta lleno. Hada es una luchadora, tú lo has dicho.
EliminarUn abrazo para ti también, y mil gracias
Maite querida
ResponderEliminarEn este relato (que no sé cómo lo has logrado, pero tiene una pizca de cada género, por lo que no me animo a definirlo) hay frases y sentires literalmente preciosas.. ” sabían del vacío de su boca”..
..”La ira se empecinó contra aquel pueblo, escupiendo millones de dardos de arena que se fueron clavando en las lágrimas de todos..
Esa unión de granos de arena( que belleza!!!)
Mientras te leia pensaba en esto de las personas que creemos mas fuertes y que quizás no lo sean.. y en que a veces la verdadera fortaleza está en espiritus que desconocemos hasta que se manifiestan.
Recordé y esto es real que hace unos meses hubo aquí en un sitio que se llama Sierra de los Padres un terrible temporal de lluvia y lodo que entro en las viviendas y arrasó con todo , de manera inesperada. Tengo un matrimonio amigo joven allí y solo atinaron a subir a los niños de 5 y 9 años a la mesa cuando vieron que entraba el lodo a la vivienda…y el niño les dijo a sus padres: “tranquilos estamos juntos y esto pasará”…y efectivamente pasó.. Fue imposible no asociar tu relato con esta historia que en su momento me conmovió muchísimo y lo sigue haciendo.
Gracias hermoso ser por estos regalos literarios que disfrutamos cuando entramos aquí—Gracias por tus visitas, gestos, comentarios en mis sitios tan amorosos y llenos de cariño. GRACIASSSSSS
GRACIAS a ti por venir, darme tanto cariño, ánimos y además volcarte tan profundamente en lo que me lees.
EliminarDesde luego, es impresionante. Ese niño mostró una fortaleza, percepción y sabiduría asombrosa.
Estoy de acuerdo contigo. La verdadera fuerza no se nota, por eso sorprende cuando se manifiesta.
Me encanta que hayas asociado mi relato con esa historia tan bella.
Un gran abrazo
Muy bueno, me gustó y también tu blog, te sigo desde ya.
ResponderEliminarBeso y buen viernes.
Bonito relato, bonita también la descripción de su personaje.
ResponderEliminarMe ha cautivado la descripción de la relación entre la niña y el huracán.
Mi enhorabuena.
Un saludo