Poema dedicado a los niños con Síndrome de Down.
ESPONJAR EL AMOR
Nada.
Viniste con blanca lejanía en los ojos.
Nada, decían.
Tus manos apretaban el tierno plumaje de la vida redonda
y sonreías a la sonrisa del abeto.
Te hiciste a ti mismo de amor,
y un rubor de amaneceres rodó por tu mejilla.
Y un sol inocente como una piruleta te nacía de los dedos;
y mirando por un túnel de flores veías caer el día
como un gigante dulce y soñoliento.
Gota a gota balbuceabas la vida,
acariciabas flamencos de luz,
le decías adiós a los gatos
y a la araña oculta en las llamas del fuego.
Una mirada de helechos envolventes
desde los ojos de tu madre
te cubría.
A tu lado crecía la hierba olvidada
de todos los prados del mundo.
Pero tú no podías crecer,
dejar de ser niño o ángel de alas ciegas.
No podías...
Esponjar el amor,
sólo eso,
esponjar el amor con tus manos,
brotes verdes de la inocencia,
hasta hacerlo música en tu sonrisa,
aquella fuente sagrada
de la que beben pájaros de plata.
***
Poesía y foto: Maite Sánchez Romero (Volarela)