Me regalaste el mar



UN REGALO AZUL

- Ven a mi lado,  pequeño. Mira, allá abajo, en la Tierra te espera el mundo, tu mundo. Vas a aprender; vas a sufrir; vas a gozar mucho.
- No quiero bajar, ¡estoy tan bien contigo! y he oído rumores de que allí la vida pesa mucho, y olvidas quién eres...
- Vas a aprender. Vas a amar. Te regalo algo. ¿Ves aquella masa azul? Está viva. Es para ti. Se llama mar.
Te acompañará siempre. En él sentirás la eternidad fresca burbujeando en la espuma, recorriendo tu sangre de sal y risa.
Desde su pecho entregado, vas a ver su respirar llegar hasta la orilla, contrayéndose y expandiéndose, como tus esponjosos pulmones, como el universo.
Y cuando aspires su aire sagrado de libertad, recordarás quién eres, y tu cuerpo, de un brinco, será el arco iris del mar.

Nunca estarás solo porque yo, a través de la sal del agua en tu piel, te susurraré que te quiero.
Ahora, ve, surfea la vida, lánzate a tu destino azul, pequeño delfín.


                                                                       **


                                                                           
                                                                      MARINAS




Letargo de corales azules, 
se olvida... 
se nada entre las algas del tiempo.



Gotas de vida recorren la pupila,


chorrean por el pecho desnudo y las manos entregadas. 


Tallos de luz cristalina golpean las rocas, 
la sal se aferra.


Y un amanecer besa despacio los ojos.


**


El mar es un suspiro calmo y ancho; otras un gemido colosal. 
Lo mires por donde lo mires, el mar es siempre mar.
El mar es un regalo que nunca pude contener, pero él a mí sí.
Recoge la luz de mis ojos, se la lleva a su horizonte, y traza infinitos.
Y yo, respirando hondo, intento estar en su presente.
 Porque no hay presente más constante que el del mar. 
Siempre es la palabra que pronuncia la espuma al llegar a la orilla. 
Por más que camines, él te espera, al otro lado, fiel, con su sonrisa impronunciable.

Gracias, Mar.





**

LA CALMA

El mar era azul,
era plata, era verde, era añil.
era
el soliloquio de la luz
reverberando en el silencio.

                                    El mar reía gaviotas,                                          
reía cuerpos desnudos zambulléndose,
reía su gozosa brisa en los oídos.

El mar era la palma de Dios abriéndose
en eternidades de espuma.


*

LA TEMPESTAD

Aquella mañana el mar sufría.
Agitaba con ira su cuerpo.
Sangraba su espuma suicida por las rocas.
Y los peces lloraron sal.

El mar quebró su llanto en millones de gotas
que aún resbalan por mis brazos.

*


Fotografías del mar coloreadas y textos por: Volarela


*




Añado este broche de oro...

                                               

CURA DE MAR, por Juan L. Trujillo:

Me siento frente al mar y respiro cielo.
Noto que la brisa me tiembla por las venas
y un sol de claridades se deshace en luces,
que iluminan tristezas
y hoscos panoramas.
Mojo mis pies
y junto con la espuma
nerviosos peces de plata recorren mis entrañas
y noto como el tiempo
se hace caracola,
cantándome al oído la canción alegre
de una vida nueva.
Llegué a ti, ¡oh mar de los milagros!
como el resto de un trágico naufragio.
Pero ahora 
tras un tratamiento de salitre y brisa,
una calma maternal y caliente
me enseña la ruta de nuevas singladuras.
Te pido ¡amigo mar!,
tú que sabes tanto de muertes y fracasos,
no permitas
que cuando viejo,
me amarren al socaire de tu nervio
y vaya enmoheciendo de tristeza
!!Llámame!!
¡Mándame recados con cantos y gaviotas!
¡Que una fresca mano
de azul, brisa y espuma
me empuje hasta tu orilla!

Juan L. Trujillo: http://juanltrujillo.blogspot.com.es/

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